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Libertad emocional

  • drbarriera
  • Jun 28, 2023
  • 2 min read

Por: Alex Barriera Ramos

En junio se celebra el mes del orgullo LGBTQ+. Específicamente, el 28 de junio de 1969, se produjeron los disturbios de Stonewall en Nueva York, que marcaron el comienzo de la lucha moderna por los derechos LGBTQ+.

Como psicólogo, entiendo que la represión, el miedo y el estigma pueden tener efectos devastadores en la salud mental de un individuo. Por lo tanto, la valentía de aquellos que se levantaron en Stonewall es una inspiración para todos nosotros. Para muchos, este es un tiempo para celebrar la diversidad, la inclusión y, sobre todo, la autenticidad.


Cada celebración es única y su significado también lo es. Para muchos, vivir en silencio sobre su orientación sexual o su identidad de género es un conflicto. Regularmente se habla de vivir en un closet, pero para muchos es una cárcel. Es vivir desarrollando una personalidad, una conversación o una actuación para encajar dentro de lo que es “normal”. Para un niño, niña o joven es el miedo al rechazo, a la violencia o a la soledad. Para un adulto, puede ser la presión del “qué dirán”, la religión o el señalamiento. Cada historia es personal, cada suceso es único.


La libertad emocional, como me gusta llamarla, no es un estado de ser que se logra de la noche a la mañana. Es un proceso de autoexploración, autocomprensión, aceptación y, finalmente, de liberación. Es un viaje que te permite dejar de ocultarte, para convertirte en la persona que realmente eres. Muchos no están preparados para esto, y está bien. Es tu tiempo, es tu momento y es tu decisión. No existe una obligación de hablar, sin embargo, si necesitas hacerlo, siempre habrá alguien para escucharte y apoyarte.

A través de los años pasé por mis propias tribulaciones, silencios y miedos. Crecí en un tiempo donde hablar era castigado, donde los jueves no podías usar color verde y donde había que hablar o actuar de cierta forma para poder “encajar”. Sin embargo, también crecí en una iglesia inclusiva donde se celebra el amor, sin juzgar. Aprendí que Dios es amor y que el amor junto a la fe mueven montañas.


Hoy, como profesional que ayuda a otros en sus propios viajes hacia la aceptación y el amor propio, entiendo que mi libertad emocional no solo me liberó a mí, sino que también me dio la capacidad de ayudar a liberar a otros. Como catedrático, tengo la responsabilidad de educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de la inclusión, la diversidad y el respeto por todos, independientemente de su orientación sexual o su identidad de género.


A quien esté leyendo esto, te hago una invitación. Ámate, valórate y respétate. Que cuando te mires al espejo, te sientas orgulloso de tu reflejo. Celebremos nuestra diversidad, nuestra autenticidad y nuestra libertad emocional. Estos son los regalos que nos permiten vivir y amar con todo nuestro ser. Y eso es algo de lo que todos podemos estar orgullosos.
¡Hoy me siento feliz, hoy soy libre!

 
 
 

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