Pobre Resiliencia
- drbarriera
- Sep 20, 2022
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Por: Alex R. Barriera Ramos

Llevo tiempo pensando en la palabra resiliencia y su excesivo uso en los pasados años. Reconozco que viene de poder decir algo que consuele a alguien, otra manera de decir “esto va a pasar pronto”, “estarás bien”. Pero ¿Cuántos están cansados de seguir viviendo pruebas que demuestren cuan resiliente somos? Para muchos el decir somos “resilientes” es sinónimo de “aguanta más”, “brega con eso”, “calla y fluye”, “vendrán días mejores”, “no te quejes eso es material”. NO, realmente NO.
Me he caído más veces de las quisiera y aunque me he levantado la cicatriz queda. He llorado y he perdido. Me he equivocado y he fallado. He asumido mi responsabilidad y me he permitido sentir cada emoción sin esconderla.
La culpa no es de la resiliencia. El estudiar el concepto y aplicarlo trae a nuestras vidas grandes oportunidades. Saber que podemos ser arquitectos de nuestra vida es asumir la responsabilidad que tenemos de nuestro futuro. Sin embargo, no todo depende de nosotros. Hay muchas variables que no controlamos y circunstancias que no son justas para nadie.
Probablemente eres resiliente. Lo que no eres es una máquina que controla y esconde sus emociones. Puede que estés cansado de recibir golpes, que el vaso se llenó o que este golpe te dolió más que otros. Por esto no hace falta que pienses en ser resiliente. Tal vez tampoco sea el momento de decirle a otros cómo deben sentirse o actuar.
Tal vez sea el momento de llorar, de pausar, de reflexionar, de meditar, de orar, de callar o de cualquier cosa que te haga sentir humano. Tal vez sea el momento de decirle a alguien “estoy para ti”, dar un abrazo o simplemente sentarte a su lado en silencio.
¡Cuando estés preparado puedes levantarte, porque al final sabes que no te vas a rendir!
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